miércoles, 16 de abril de 2008

Humo denso en mi nariz


Me levanté de la cama por el intenso olor a humo. Mi cuarto completamente cerrado, arropada hasta las narices con el frío que me congela los huesos y la luz de la pequeña calefacción iluminando mis piernas. ¿Se estará quemando la maquinita que calienta mi cuarto?, pensé. Pero la inspeccioné con el ojo entreabierto y se veía en perfectas condiciones. Le pegué la nariz al aparato y nada. Eso no era.

No me quedó otra que abrir la cortina y mirar para afuera. La imagen digna de una foto con baja exposición. Una gran neblina grisácea se estaba comiendo la ciudad. Era una postal fantasmal. Y encima el cristal de mi ventana me congelaba la nariz. ¿Frío con olor a fuego? ¿Un fuego que congela? Fueron muchas las incoherencias que pasaron por mi mente antes de salir de la cama.

Tardé varios minutos antes de dejar el estado Alfa, conectarme a la compu y verificar que coño estaba pasando.

Ficción fantasmal

Lo primero que pensé, o más bien, cruzó por mi mente fueron las ocurrencias de José Saramago y su inolvidable novela "Ensayo sobre la ceguera". En su ficción, el portugués contó cómo un buen día, todos los habitantes de un pueblito anónimo se quedaban ciegos y tenían que ser removidos de la ciudad para no contagiar a "los sanos" con esa ceguera blanca que comenzaba a afectar a unos escogidos. La novela se mueve por unos espacios terribles de la ficción en los que Saramago explora los peores sentimientos humanos en los momentos de desesperación.

Pero, lo que más me impresionó no fue eso, sino imaginar cómo en un segundo todo un pueblo se quedaba físicamente ciego. ¿Qué pasaría si un sentido se apaga de repente a nivel masivo? ¿Cómo cambiaría todo?La metáfora es digna de eso, una novela. Y esta madrugada, cuando salté de la cama con este olor insoportable a pasto quemado en la nariz, imaginé lo mismo. Miré por la ventana y vi ese cuadro borroso de una ciudad gris. ¿De dónde sale este humo? ¿Por qué no lo controlan? ¿Qué pasaría si comienzan a colapsar cientos y cientos de personas por problemas en sus vías respiratorias? ¿Qué pasaría si el aire era tóxico y vamos muriendo en masa, envenenados por un aire invisible que nos envió algún loco o loca par de kilómetros arriba? ¿Sería una conspiración de la gente del campo contra las medidas de impuestos del gobierno de Cristina?

Quema de pastizales

Bueno, ya la ficción se iba convirtiendo en histeria y decidí meterme al web para saber. Rápido supe que el humo viene de la quema indiscriminada de pastizales en el Delta del Paraná, a cientos de kilómetros de aquí; que el viento sopla del noroeste y eso hizo que toda esta humadera invadiera la ciudad. Ya había ocurrido durante la semana, pero esta noche, el olor fue mucho más intenso.

Sólo han arrestado A DOS FULANOS!!!! por la quema de 66 MIL HECTAREAS!!!!en el área. Obviamente tienen que haber más responsables. El espacio al fuego vivo es comparable al territorio de la ciudad de Buenos Aires multiplicado por tres. O sea, biennnnnnnnn grande.Las versiones son muchas, unos dicen que fueron los agricultores del área que está regenerando las tierras para nuevos cultivos, y que la práctica es vieja; otros que fueron unos agricultores que intentaron exterminar una plaga de garrapatas en el área y otros, que fueron cazadores de nutrias que perdieron el control por el cambio del viento.

Muchos se quejan de que es una medida anti ambiental, porque mata la flora y la fauna de esas reservas isleñas; preguntan dónde están los de grinpís (Greenpeace), ya que los vieron ayer poniendo cartelitos por la ciudad para una medida de conservación de desperdicios sólidos; que el lugar donde surgió es la cuna de los ambientalistas del país y no están dando el ejemplo, etc...

La cosa es que todo Baires está arropado por la nube de humo. Se han cancelado más de 22 buques que navegaban por el Paraná y han habido varios accidentes automovilísticos, por la falta de visibilidad que ha cobrado la vida de una persona.

Lo que levanta este olor

La Agencia de Protección Ambiental de la ciudad informó que el humo no es tóxico. Pero yo, que vivo encerrada en esta pequeña cueva en lo alto de un edificio, me están comenzando a picar los ojos y tengo que ponerme un bozal improvisado para respirar un aire sin olor. Porque digan lo que digan los portavoces oficiales, que mucho jode oler humo.

Es como si se te impregnara en las fosas nasales y lo único que viene a la mente son las catástrofes relacionadas con él. Puede que sea mi mente de escritora, de mujer dramática o tal vez, de mente bien volá. Pero es increíble la cantidad de memorias y de historias que se levantan con este olor. Y que yo recuerde, el olor a quemado nunca ha estado relacionado a algo bueno.

Miento. Me viene a la mente un buen recuerdo. Fue una Noche de la Candelaria hace varios años. Creo que andaba con Nini De la Torre, mi eterna amiga de los tambores y los inventos. Estábamos en la playita de Ocean Park con unas amigas bohemias bailando al lado de una fogata en la arena. Todo el mundo vestido de blanco, lanzando flores al mar y tocando algún instrumento de percusión. Recuerdo que también llevamos una lista de las cosas que queríamos eliminar de nuestras vidas y las metíamos al fuego vivo.

Eso puede ser un buen ejercicio para dormir ahora. Imaginar lo que envío a esa gran nube de humo, para que lo disipe con el viento.

Ya lo dijo el pintor boricua, Antonio Martorell, cuando encontró su casa hecha cenizas en su estudio de Cayey. "En la destrucción hay que crear. Hay que darle la vuelta". Ahora me toca imaginar, ¿qué cosa creativa le podré sacar a este olor a fuego en mi nariz?

2 comentarios:

desde algún lugar ... dijo...

Viento y más viento desde el pacífico para que disipe el humo y avive los sentimientos que nos llevan a la diaria inspiración.
Saludos!

Glory dijo...

que chevere que te diste la vuelta.. como andas?? todavia no me he sentado a leer tus notas.. pero lo hare pronto... y dejare mis notitas por tus costas.. como anda todo, che?
cosas buenas,
G.