Lima, Perú- El viernes me sentí en casa, a pesar de que estoy 3,598 kilómetros (2,236 millas) de Trujillo Alto, Puerto Rico. Todo, porque el viernes volví a coser y eso es regresar a mi hogar. Llegué a un espacio mágico. Ingresé a la Hermandad de la Costura, liderado por una artista/anarquista que amé tan pronto la conocí: Mari Gho.
De familia de sociólog@s, Mari Gho decidió decidió dejar las carreras sesudas, para entregarse al corazón y a la creación artística. De ahí, que lleva más de 15 años llevando a la tela las historias que se cosen por dentro. Ella convoca a todas aquellas (y aquellos) que quieran escribir sus historias sobre mantas, cojines y muñecos. Y lo que ocurre en su casa/taller es alquimia.
Mari Gho lidera la "Hermandad de la Costura" en Lima |
Es una hermandad con la intención de honrar a las ancestras, de hablar de los temas que nos unen, de abrir un espacio de costura y contar, costura y pensar, costura y revolución. Digo revolución, porque en este espacio se nutre el alma y es ahí donde nacen las revoluciones más genuinas.
2 comentarios:
Mejor nos has podido describir el junte de costureras, mejor dicho, ingresar a la Hermandad de Costureras y encontrar el amor fraternal!!! Un beso, Glory. Sigue creciendo. Yo también destapé mi máquina de coser desde que llegué del Perú y la de mamá también la dejé destgapada!!!!
Que alegría Chabuca. No sabía que cosías. Otra cosa linda para compartir. Un abrazo fuerte y sigamos cosiendo y contando. Te quiero mucho.
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