domingo, 13 de enero de 2008

Con Home Sick

En el centro de Buenos Aires


13 de enero de 2008
Buenos Aires

Un poco cabrón el sentimiento. Sentirme que estoy lejos de casa y saber que si quiero regresar, el camino es largo. 
Ayer, por primera vez sentí la distancia en el pecho. Lloré un poquito y me puse a ver las fotos del viaje. Mirar pa tras y verle las caras a todos los que he ido conociendo, me animó. 
Es el segundo día que me pongo triste en casi un mes, no está mal, para estar viajando sola por varias ciudades del Sur. Y reconozco, que la tristeza viene y va, y no pasa nada, sentirla en la médula.
También ayer fui a visitar una habitación, cerca de Palermo, que la alquilan por $250. El lugar no me gustó mucho, porque estaba sucio, lejos de una estación del subte y no me inspiraba seguridad.
Sin embargo, mirar las dimensiones del espacio, pusieron la mente a correr. Maravilloso transformar un espacio en tu imaginación. Maravilloso poner, subir, pintar, trazar, recoger, reubicar, remirar, los lugares. Cambiar. En fin. Cambiar.
Estoy en medio de un cambio importante en  mi vida. Quedarme o no quedarme en Buenos Aires. Buscar trabajo, abrirme paso acá. Estoy ahí y respiro profundo para que tome la decisión más sabia. Aunque ahora tenga miedo, reconozco que esta ciudad, y este hermoso país tiene mucho que contarme y yo estoy lista para escuchar.
Me río del miedo y camino. Ya sé que caminando se acomodan los vientos y las dimensiones internas agarran otra forma. Y sí no, al menos rebajo un poquito y me pongo en forma. Pa ver si finalmente me puedo poner un bikini brasileño bien brutal. 

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